¿Cuál es el trabajo perfecto? 4 señales seguras que lo encontraste
A menudo, al empezar un máster, los estudiantes se proyectan e imaginan el trabajo de sus sueños. Es un proceso saludable porque nos permite avanzar y orientar nuestras elecciones. Sin embargo, una vez en el mercado laboral, los estudiantes se enfrentan a retos y desafíos inesperados. ¡Que no cunda el pánico! Aunque el trabajo perfecto no sea el imaginado, no significa que la trayectoria profesional haya terminado. Sigue leyendo para entender por qué el trabajo ideal puede no ser el trabajo que querías.
¿Y si el trabajo perfecto no existiera?
No existe el trabajo perfecto para todo el mundo, ya que cada persona tiene sus propias habilidades, valores, intereses y objetivos de carrera laboral. Lo que puede ser el trabajo ideal para una persona puede no serlo para otra. También puede considerarse que la definición del trabajo ideal varía a lo largo de la vida y esto es específico de cada persona. Es importante recordar también que la búsqueda del trabajo ideal puede ser un proceso largo y que puede ser necesario experimentar y también hacer errores para, por fin, encontrar el empleo ideal.
¿Cómo saber si un empleo está hecho para mi?
Aunque contar con un equipo de profesionales que te acompañe en la búsqueda de tu primer empleo puede ser muy útil, es el día a día de tu primer trabajo el que te hará darte cuenta de si ese trabajo es el de tus sueños o si te hará cuestionarte ciertas cosas. Esto es bastante natural y también forma parte del proceso de creación de tu carrera profesional. Sin embargo, algunas características que podrían hacer que un trabajo se acerque a la perfección podrían ser:
1. Unas tareas apasionantes y con responsabilidad
Tras finalizar un máster o un posgrado, la mayoría de los estudiantes están muy motivados y deseosos de poner en práctica sus conocimientos. Por eso el primer empleo debe ser un acierto, porque sentirse realizado en el trabajo es muy importante. Las tareas aburridas, repetitivas, sin iniciativa ni responsabilidad tienen un efecto muy negativo en la moral de un joven licenciado en su búsqueda del trabajo ideal. La elección de una empresa no sólo se basa en sus valores y actividades principales, sino también en la descripción del puesto y las tareas a realizar, ya que éstas determinarán el trabajo diario.
Tener la oportunidad de aprender y desarrollar habilidades también es muy importante. Al cabo de un tiempo, las tareas son conocidas y un trabajo que era muy interesante puede volverse aburrido. Tener la oportunidad de desarrollar nuevas habilidades y cambiar de trabajo, incluso dentro de la misma empresa, es beneficioso para crecer siempre y dar lo mejor de uno mismo a la empresa.
2. Un entorno de trabajo respetuoso y colegas con buen rollo
Pasamos una media de 8 horas al día en el trabajo, así que es muy importante disfrutarlo. Oficinas, entorno, equipos adaptados, cafetería… todas estas ventajas pueden ser más o menos importantes según la persona a la hora de buscar un empleo. Sin embargo, hay un criterio que a veces se deja de lado al principio, pero que tiene un impacto significativo a medio y largo plazo: los compañeros de trabajo.
En efecto, si no es necesario hacerse amigo de todos los compañeros o incluso de los superiores (lo que siempre es más complicado), un buen ambiente de trabajo marca la diferencia. De hecho, levantarse por la mañana y estar de buen humor pensando en el día que nos espera es siempre una señal de que este trabajo es el adecuado para nosotros. Si es normal no estar satisfecho con el trabajo todos los días, tener que quejarse de él todos los días indica falta de satisfacción, lo que no es bueno ni para ti ni para el equipo. En una buena empresa, siempre hay formas de discutir y negociar con la dirección para mejorar las condiciones.
3. Nomina justa y prestaciones sociales adecuadas
Asistencia sanitaria privada, flexibilidad laboral, días extra de vacaciones, formación, reembolso de viajes, servicio de guardería, son algunas de las ventajas que las empresas ofrecen a sus empleados para mejorar sus vidas laborales y retener a los talentos que contractan. Otro aspecto a tener en cuenta es, por supuesto, la remuneración.
Si non se trabaja solo por dinero, recibir una nómina ajustada a nuestras competencias y a lo que aportas a la empresa. Porque, a la larga, sentirse remunerado a la altura de nuestros esfuerzos es probablemente una de las señales más claras de que hemos encontrado un trabajo a nuestra medida. Sin embargo, otros criterios, como tareas interesantes y gratificantes y la posibilidad de crecer en la empresa, también tienen un papel en la relación que uno entretiene con su trabajo. Y sí, como en cualquier relación, no basta con una cosa sino con una serie de criterios para que funcione a lo largo del tiempo.
4. Un buen equilibrio vida profesional y vida personal
En los últimos 10 años, ha habido una demanda real de un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida privada por parte de los empleados, tanto mujeres como hombres. La necesidad de respirar, de desarrollar las propias pasiones, de viajar, de cuidar de la familia o de hacer deporte, todas las razones son iguales, pero todas tienen un tema común. El trabajo debe ser interesante, estar bien remunerado y ofrecer un entorno más satisfactorio; esto supone un verdadero reto para las empresas, pero hoy en día corresponde a las exigencias de los empleados para prosperar en el trabajo.
En EBFS conocemos los retos a los que se enfrentan tanto los jóvenes graduados como los empresarios. Por eso hacemos todo lo posible para ayudar a nuestros titulados a desarrollar todo su potencial y encontrar un puesto adecuado. ¡Una historia de éxito para las empresas y nuestros graduados desde hace más de 20 años!U
